Desde el equipo de gobierno que presido concebimos el civismo y la convivencia como un binomio inseparable. Para poder tener una ciudad más confortable y cuidada, la Santa Coloma para vivir y convivir, es imprescindible que todas y todos practiquemos el respeto por las personas y por el espacio público que compartimos. Y es que la práctica del civismo no solo es un deber y un derecho de la ciudadanía —recogido en las ordenanzas municipales— sino que además está estrechamente vinculado a una demostración del sentimiento de estima por la ciudad y por las personas que en ella vivimos. Con este planteamiento, el pasado mes de septiembre aprobamos el Plan integral de Civismo, que supone un importante paso más en el trabajo continuado que realiza el Ayuntamiento con la ciudadanía y entidades para conseguir la ciudad que todas y todos queremos.
Una de las primeras acciones del Plan ha sido el despliegue del equipo de agentes cívicas en los barrios con el objetivo de informar sobre las obligaciones y deberes que todas y todos tenemos, y sensibilizar en favor de la cultura cívica, base fundamental para una convivencia tranquila y respetuosa. Esta semana, además, hemos presentado la Guía fácil por una Santa Coloma cívica y hemos firmado un importante compromiso con diferentes entidades de la ciudad, para colaborar y trabajar conjuntamente en el despliegue de las 38 acciones del Plan. A través de las agentes cívicas y de las entidades firmantes daremos a conocer todas las recomendaciones que incluimos en esta guía, con aspectos como la recogida gratuita de muebles y el buen uso del espacio público, la tenencia responsable de animales de compañía, la movilidad responsable y segura, y para la buena convivencia en comunidades vecinales entre otros.
En definitiva, sobre todos aquellos gestos que fomentan el bienestar y la buena vecindad. Se trata de un compromiso incluido en el Plan de Acción Municipal y conecta con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030, imprescindibles para conseguir ciudades más prósperas y resilientes.
Si queremos una Santa Coloma cuidada y respetuosa, practiquemos el civismo, ¡los pequeños gestos cuentan!