Seamos corresponsables: hacer frente a la sequía y al riesgo de incendio está en nuestras manos

Publicado en l'Ajuntament Informa del 21 de junio de 2024.

La mejora del estado de los embalses ha permitido que nuestro municipio haya pasado de la fase de excepcionalidad a la de alerta por sequía, lo que supone una flexibilización en las restricciones de agua, a 250 litros por habitantes/día, entre otras medidas. Las lluvias han hecho aumentar las reservas de la cuenca Ter-Llobregat que abastece Barcelona y a la área metropolitana, pero no bajemos la guardia, sobre todo teniendo en cuenta que el aumento de temperaturas y los efectos de la propia sequía en zonas de montaña aumentan todavía más el riesgo de incendios. Debemos extremar las precauciones y seguir escrupulosamente las medidas de seguridad, en los barrios próximos a la Serralada de Marina, en los espacios naturales y en toda la ciudad en estos calurosos meses y en la verbena de San Juan.

Somos conscientes que la prevención nos ayuda a proteger a la población de los incendios, y a preservar la riqueza de nuestros bosques y espacios forestales. Por ello, dedicamos todos los recursos necesarios, humanos y técnicos, para desplegar actuaciones como el desbroce de la franja forestal, la retirada de los árboles afectados por la sequía, el arreglo y obertura de caminos, así como las campañas de sensibilización a la ciudadanía, con el objetivo de reducir los riesgos y poder actuar de forma inmediata por parte del cuerpo de bomberos de la ciudad en caso de producirse un fuego.

Además de la Diputación de Barcelona y el Consorcio Serralada de Marina, también realizan una labor fundamental los Mossos d’Esquadra y Policía Local, en colaboración con la Agrupación de Defensa Forestal, de los Agentes Rurales, Protección Civil, el Centro Excursionista Puigcastellar, y los serenos y las serenas.

Pero toda esta labor ingente debe estar acompañada de la corresponsabilidad ciudadana durante todo el año, pero especialmente en la celebración de la verbena. Debemos cuidar de nuestras calles, plazas y mobiliario urbano; extremar precauciones y no dejar nada cerca de la montaña que pueda poner en peligro a las personas y la naturaleza.

Garantizar una Santa Coloma tranquila, cuidada, verde y segura está en manos de todos.