Como cada año por estas fechas procedemos a la aprobación de las ordenanzas fiscales y precios públicos como paso previo al presupuesto municipal del siguiente ejercicio. El equipo de gobierno que preside Núria Parlon aplica un año más medidas concretas para no aumentar la presión fiscal sobre las familias, para ayudar al tejido económico de Santa Coloma en una época de crisis post pandemia y, lo más esencial, financiar los servicios públicos que recibe la ciudadanía. Para 2022 congelamos el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Los ayuntamientos tenemos un pequeño margen de modificación para poder ajustar este impuesto conocido como “la contribución”. Ajustando a la baja el tipo que podemos aplicar, lo mantenemos igual que en 2021. Además, se introducen mejoras en la gestión para que las personas que tienen derecho a una bonificación no tengan que tramitarla cada año.
De principios políticos a actuaciones concretas. Así expresamos también nuestro apoyo a comerciantes y empresarios locales a través de los impuestos municipales. Por tercer año consecutivo, gracias a los cambios introducidos, el sector de la restauración no tendrá que pagar por las terrazas. En este sentido estamos trabajando la mejora de la estética de las terrazas (para eliminar las barreras de hormigón) que se autorizaron de manera provisional durante la pandemia. Terrazas que tampoco deberán abonar la tasa. Mantenemos la rebaja del 50% para los mercadillos y del 10% para los paradistas de los mercados municipales, y congelamos el precio público para la recogida de residuos que abona el sector comercial. Gobernar es decidir cómo se gestionan unos recursos limitados y nuestro gobierno apuesta una vez más por la recuperación de las familias y la economía local.