En el ecuador del verano y con el curso político casi en pausa, el gobierno socialista, con su mayoría absoluta, impone decisiones que afectan negativamente, incluso a quienes los votaron. Aprueba una Zona de Bajas Emisiones que abarca el 80% de la ciudad (toda la zona habitacional), excluyendo la zona industrial, a la que solo se accede a través de la residencial. ¿Solución? Según los concejales: “Dé la vuelta hasta Montcada y entre por detrás”. Y no les pille de sorpresa, en 2 años los coches con pegatina B no podrán circular entre semana.
Sobre la tasa de basura, el gobierno niega errores, una ciudad más sucia y una gestión de residuos desastrosa.
La alcaldesa culpa a la población y guarda silencio cuando una votante socialista la enfrenta. Presumen de que “la ciudad está como estaba”, pero gastan 14 millones frente a los 7 anteriores. El gobierno se niega a escuchar consejos, animamos a que sigan igual. Así, cuando los vecinos hablen de cucarachas, el Sr. Suárez podrá decir: “No se preocupen, vecinos, son cosas de la oposición; esas cucarachas que ustedes ven son artistas y nos tocan la guitarra en las fiestas de septiembre”. Porque en eso de mentir, lleva dos plenos en los que se va a graduar “cum laude”, en la ciudad donde los bichos gobiernan sin pudor y los vecinos estorban.
Feliz verano si nos dejan.