En la cima del Puig Castellar (a 303 metros de altura sobre el nivel del mar) se encuentran los restos del poblado íbero de una tribu layetana, fundado alrededor del siglo VI a.
El poblado constituía un agrupamiento de tipo medio, dedicado a la agricultura y ganadería y, secundariamente, a la metalúrgica y el tejido.
Tiene un gran valor simbólico para el conjunto de la ciudad y se convierte en un lugar de excursión que recibe unas 20.000 visitas al año. +info